martes, 24 de mayo de 2011

DESPUÉS DE PENSARLO TANTO O DE PUNTOS SUSPENSIVOS...

Después de pensarlo tanto he decidido dejar de pensarte, porque nunca fuiste idea, sino de carne y hueso y músculo latiente. A ti, cómplice y antítesis, tierra de mis vuelos, brazo de los sueños desmembrado, rebelde hasta contigo. A ti, que te encuentro a ratos haciendo cuentas  entre las notas de consumo: agua, gas, comida, teléfono; mientras me descubres enredado en sílabas o sueños y haciendo cuentas también: dos pares de labios, cuatro manos, un colchón, un verso. A ti, que me seduces sólo existiendo sin darte cuenta, que te preocupas tanto y tan poco, que me sorprendes con tus manos de vez en cuando e inesperadamente, a ti que no te sabes tanto y me sabes tan bien a mí, que contienes tus impulsos mientras yo me enredo con los míos, a ti que no entiendes mis puntos y de quien no entiendo las comas, pero entendemos juntos nuestros puntos suspensivos, a ti complemento, a ti contradicción de mis contradicciones dejaré de pensarte tanto porque de ahora en adelante sólo habré de sentirte…y a veces, sólo a veces, habré también de soñarte.


Daniel M. Cervantes
2011

jueves, 19 de mayo de 2011

E=mc[al cuadrado]

Con esta taza de café brindo por la tierra que sangró para parirnos y a la que regresaremos. Maldigo, con esta misma taza y el humo de mi cigarro, a la conciencia, la más tonta enfermedad del hombre y a la razón tan carente de ella misma, como maldigo, por hoy y tal vez lo haga de nuevo, a los instintos que nos recuerdan el reino al que pertenecemos; lo hago esta tarde que tengo los pies fríos por lo roído de mis calcetas, un poco tarde tal vez o más temprano de lo que esperaba, tan relativo como el amor o el vacío pero bendigo al hombre por su persistencia a costa de sí mismo.
Desde anoche reconozco tus obstinadas ganas de caer y esta tarde acepto mis instintivas ganas de salvarte, porque aunque no sea lo más sencillo de entender, sólo contigo me salvo...y me destrozo.



Daniel M. Cervantes
2011

sábado, 14 de mayo de 2011

EN LA BOLSA DEL PANTALÓN

Cargo con mis sueños en la bolsa del pantalón, de vuelta en vuelta se me escapa alguno al recibir el cambio de los cigarros o al fumarlos, como se escapa tu voz cuando me envuelve el silencio, o la distancia, o los dos.
En la solapa he puesto un pañuelo rojo para que me conozcas o reconozcas o quizás sólo para llamar tu atención, y bajo el brazo llevo un libro o lo dejo en el buró, uno de esos que tiene las esquinas dobladas donde yo te guardo desde hace tiempo pero me hago el desentendido para serte de nuevo un desconocido y me mires como si nunca antes me hubieras visto.
Por debajo de mi sombrero he puesto la biblia del culto que te rindo y aunque diario te cambio la oración sigo siendo el mismo y hasta creo que traigo puesta la misma ropa interior.
Desde hace unos días me he puesto el zapato izquierdo en el pie derecho y al revés, para que parezca que ha cambiado mi andar dado mi temor a la transformación y en mi morral he guardado algunos billetes del turista para ir comprando tus besos como propiedad o terminarte de conquistar.
En la camisa, junto a mi pluma, conservo la misma tinta que me viste usar pero he cambiado las letras o han cambiado a pesar de mí mientras te buscan para amarrase a tus agujetas y estamparse en tus corbatas o en tu pecho, o en el mejor de los casos, en tu corazón...¡sabrán ellas!


Daniel M. Cervantes
2011