Cargo con mis sueños en la bolsa del pantalón, de vuelta en vuelta se me escapa alguno al recibir el cambio de los cigarros o al fumarlos, como se escapa tu voz cuando me envuelve el silencio, o la distancia, o los dos.
En la solapa he puesto un pañuelo rojo para que me conozcas o reconozcas o quizás sólo para llamar tu atención, y bajo el brazo llevo un libro o lo dejo en el buró, uno de esos que tiene las esquinas dobladas donde yo te guardo desde hace tiempo pero me hago el desentendido para serte de nuevo un desconocido y me mires como si nunca antes me hubieras visto.
Por debajo de mi sombrero he puesto la biblia del culto que te rindo y aunque diario te cambio la oración sigo siendo el mismo y hasta creo que traigo puesta la misma ropa interior.
Desde hace unos días me he puesto el zapato izquierdo en el pie derecho y al revés, para que parezca que ha cambiado mi andar dado mi temor a la transformación y en mi morral he guardado algunos billetes del turista para ir comprando tus besos como propiedad o terminarte de conquistar.
En la camisa, junto a mi pluma, conservo la misma tinta que me viste usar pero he cambiado las letras o han cambiado a pesar de mí mientras te buscan para amarrase a tus agujetas y estamparse en tus corbatas o en tu pecho, o en el mejor de los casos, en tu corazón...¡sabrán ellas!
Daniel M. Cervantes
2011
En la solapa he puesto un pañuelo rojo para que me conozcas o reconozcas o quizás sólo para llamar tu atención, y bajo el brazo llevo un libro o lo dejo en el buró, uno de esos que tiene las esquinas dobladas donde yo te guardo desde hace tiempo pero me hago el desentendido para serte de nuevo un desconocido y me mires como si nunca antes me hubieras visto.
Por debajo de mi sombrero he puesto la biblia del culto que te rindo y aunque diario te cambio la oración sigo siendo el mismo y hasta creo que traigo puesta la misma ropa interior.
Desde hace unos días me he puesto el zapato izquierdo en el pie derecho y al revés, para que parezca que ha cambiado mi andar dado mi temor a la transformación y en mi morral he guardado algunos billetes del turista para ir comprando tus besos como propiedad o terminarte de conquistar.
En la camisa, junto a mi pluma, conservo la misma tinta que me viste usar pero he cambiado las letras o han cambiado a pesar de mí mientras te buscan para amarrase a tus agujetas y estamparse en tus corbatas o en tu pecho, o en el mejor de los casos, en tu corazón...¡sabrán ellas!
Daniel M. Cervantes
2011
¡Me gustó mucho! Algunas veces "pareciendo ser" es como uno se vuelve tal o cual cosa. El poder de las apariencias está muy sub-valuado ;)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo querida Gaby, uno va creyéndose y creándose o recreándose al tiempo de vivir!
ResponderEliminar