sábado, 14 de mayo de 2011

EN LA BOLSA DEL PANTALÓN

Cargo con mis sueños en la bolsa del pantalón, de vuelta en vuelta se me escapa alguno al recibir el cambio de los cigarros o al fumarlos, como se escapa tu voz cuando me envuelve el silencio, o la distancia, o los dos.
En la solapa he puesto un pañuelo rojo para que me conozcas o reconozcas o quizás sólo para llamar tu atención, y bajo el brazo llevo un libro o lo dejo en el buró, uno de esos que tiene las esquinas dobladas donde yo te guardo desde hace tiempo pero me hago el desentendido para serte de nuevo un desconocido y me mires como si nunca antes me hubieras visto.
Por debajo de mi sombrero he puesto la biblia del culto que te rindo y aunque diario te cambio la oración sigo siendo el mismo y hasta creo que traigo puesta la misma ropa interior.
Desde hace unos días me he puesto el zapato izquierdo en el pie derecho y al revés, para que parezca que ha cambiado mi andar dado mi temor a la transformación y en mi morral he guardado algunos billetes del turista para ir comprando tus besos como propiedad o terminarte de conquistar.
En la camisa, junto a mi pluma, conservo la misma tinta que me viste usar pero he cambiado las letras o han cambiado a pesar de mí mientras te buscan para amarrase a tus agujetas y estamparse en tus corbatas o en tu pecho, o en el mejor de los casos, en tu corazón...¡sabrán ellas!


Daniel M. Cervantes
2011

2 comentarios:

  1. ¡Me gustó mucho! Algunas veces "pareciendo ser" es como uno se vuelve tal o cual cosa. El poder de las apariencias está muy sub-valuado ;)

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo querida Gaby, uno va creyéndose y creándose o recreándose al tiempo de vivir!

    ResponderEliminar