lunes, 26 de noviembre de 2012

DEJARÉ DE NOMBRARTE


Dejaré de nombrarte y lo que queda de ti lo guardaré en una bolsa de plástico en donde tengo las cosas viejas que no me atrevo a tirar. 

No repetiré jamás tu nombre para que no te vuelvas verdad y te callaré para que no te vuelvas presente, callaré hasta cubrirte por completo de pausas y de silencios y entonces pueda guardarte, allá donde viven los signos de puntuación que nadie inventó, donde habita ese lenguaje incomprensible de cuando hay dos; te voy a guardar sin nombre, sin ruido y sin voz para saber que fuiste alguna vez sin ser, que quisiste sin identidad, que entregaste quimera y que dejaste en este cuarto un cuerpo sin rostro, un corazón anónimo, unas manos sin hombre; recordar por siempre que fuiste un hombre sin poder nombrar.

lunes, 29 de octubre de 2012

ENTRE PÁGINAS

Sentado. Un libro en la mano y en una de estas pausas que uno se toma entre páginas, observo. Miro la sombra de un árbol que baila por mi ventana traslúcida y resalta por entre lo negro de la noche, miro también como se llena la cafetera de a gotas, miro las paredes que aunque blancas se vuelven amarillas a estas horas y la luz de mi habitación pinta cálidamente mis sombreros; siento la presencia del perchero, de los libros, de la cama, el sonido de la música, el olor del café, la presencia de todas las cosas que viven sin vivirse en este cuarto y sobre todo, en esta misma pausa, siento el tiempo, este tiempo en que no llegas, este tiempo lleno de ti, este cuerpo inmóvil muerto de ti en mí mismo.

jueves, 11 de octubre de 2012

Triste. Más bien hombre.

Oscuro. Dormido. Vacío de ti. Vacío hasta de mí. Lleno de nada. Policromático intento de hombre.  Triste. Más bien hombre.  Significante sin significado y viceversa. Revoltijo de letras. Adejtivo sin calificar. Sustantivo sin sutancia. Hueco por la ausencia propia. Cubierto de carne. Roble venido a hierba. Más bien hierba pretenciosa. Siervo de mí mismo. Esclavo de mis fantasmas. Rojo cartílago de miseria. Soledad. Tiempo que se sabe inventado. Futuro que ya es pasado y que nunca pasó. Quieto. Inmóvil. Cansado. Temeroso de nada. Nada de todo. Hoja para el gusano. Infierno de mis propios cielos. Fé sin fé. Falso sueño. Ser que no ha sido. Reducto. Olvido y entonces todo. Letra que no se piensa. Convergente. Histriónico. Atónito gris. Roto. Entraña y víscera. Alma. Algo. Charco donde se refleja el mundo entero pero charco. Suela de zapato. Caucho. Hule. Árbol por vivo pero árbol. Piedra por inerte pero piedra. Ser despensante. Trasto. Seco. Llano. Noche de mis propias noches. Domingo sin lunes. Coma sin punto. Todo esto. Nada de esto. Todas las ausencias cuando una ya no basta. Silencio. Pausa. Tres minutos. Ojos volviendo. Pasó el llanto y puedo ponerle calma. Fui negro sobre el negro pero se azula el tiempo, se aclara la garganta y se desnubla la vista. Puedo mentirme otra vez. Inventarme de nuevo. Intentar ser. Voy.

miércoles, 10 de octubre de 2012

PALABRA Y PREGUNTA O DE QUERER SER

He sido todo y todos los hombres, he sido los nombres anónimos de los espíritus que vagan con sus zapatos de asfalto vestidos de ciudad, he sido la niña que se cubre con su manto de estrellas en el campo y queriendo olvidar su hastío, del que no es consciente todavía, sueña con otra vida que no sea suya y sin saberlo ha soñado con la mía, he sido aquellos y los otros, he sido todas las cosas desde la materia prima que sabe más que los hombres y he sido fábrica de tiempo que sólo es tiempo cuando es leído; he sido los hombres los nombres los sueños los signos de puntuación y sus ausencias, he sido metáforas y símiles, comparaciones, anacronías y filosofías en secreto, he sido mar ventana sol sólo cuando han sido descritos o incluso lo he sido cuando sólo han sido imaginados, he sido alegría, melancolía y hasta la soledad misma; he sido signo y pregunta, sobre todo pregunta. Soy palabrerío de otros y verborrea propia, soy palabra y pregunta, sensación sentida y pensamiento emocionado. He sido todo sin ser nada, he sido y soy sólo cuando me pongo nombre y me ordeno en signos sobre un lienzo en blanco. A estas horas de pronto quiero ser, por eso escribo.

martes, 9 de octubre de 2012

TAL VEZ ME VUELVA LETRA

Tal vez hoy me escriba y entonces me vuelva letra. 
Quizás me encuentre convertido en un adverbio de tiempo o en un pronombre que se elija al azar y me resulte en persona primera y en plural; quizás me vuelva los dos, adverbio y pronombre, para ser "eternamente nosotros". 
Quizás me escriba para existir y digo existir como sinónimo de siempre, pues sólo en letras hay siempre, sólo hay siempre contigo y sólo hay contigo en letras. 
Quizás me escriba contigo porque sólo así somos nosotros y es posible que me escriba prepositivo sobre el sutantivo, es decir, bajo tus labios porque así existo acompañado entre líneas con mayor sentido que solo entre paredes.

sábado, 1 de septiembre de 2012

APENAS

Apenas el silencio que deja una noche de luna azul. Apenas la sombra de un recuerdo borroso, de una palabra olvidada, de un ayer sin memoria. Apenas la sonrisa desdibujándose desde las esquinas, la mirada taciturna constipada de un tiempo que no fue tiempo, de un cielo que no llegó a ser paraíso ni infierno, apenas si purgatorio de mis escondidos secretos, depósito estéril de glorias. Apenas sus labios como el recuerdo de mis fugas, apenas su olor mezclado con mis ganas, apenas sus ojos que se han de volver verdugos si no los pongo a secar.

ME RASPAS

Me raspas la madrugada de vez en cuando y cuando tengo el tino al filo de la cama me raspas por el colchón o por la almohada. Me raspas el intestino con el espíritu que dejaste mordisqueado, me raspas el sueño y las horas. Estoy raspado hasta el tuétano por tu imposibilidad, por nacer idea y morir idea. Me raspas toda la tráquea cuando te metamorfoseas en suspiro como si existieras, y la boca del estómago también la tengo raspada por la ansiedad que generas cuando alguien te nombra. Me raspas, Amor, el silencio, que es lo único íntegro y casi puro pero has de rasparlo todo por donde pasas. Me raspas la sábanas, el aire, me raspas el tiempo y la sangre, me raspas, me raspas, hasta lo raspado me raspas. Raspas la palabra y mi sexo. No, mi sexo no está raspado, ese no te pertenece ni le pertenece a nadie, a veces dudo si a mí me pertenece mientras en todo lo demás, Amor, me raspas.

CUANDO ESTOY CANSADO

Cuando estoy cansado, como hoy, se me afloja el alma y se me caen los pies al abismo. No a cualquiera, sino al que fue tuyo y nuestro y al que no pasó; y la vista, se me queda congelada en los parajes de aquellas sierras, en las esquinas redondeadas de ese museo en que me llevabas de la mano y de aquel otro que visité por mi parte pero te dibujó en sus pastos, en sus paredes y en su folklor. Se me enchina la piel y los oídos se tuercen con el eco de esos acordes de aquel concierto en la ciudad cultural y las calles de adoquín y esas nubes tan cerca del coche que no nos dejaban ver, pero bien que nos dejaron sentir como hoy que siento tanto porque estoy cansado. Y es que cuando estoy cansado, se me revuelve el nosotros con el nunca... y el qué será.

DESDE QUE TE FUISTE...



Me dejé sacudir con las inclemencias del verbo (fuiste) y sí, también del tiempo (pasado) hasta que me quedé sin polvo y sin llanto. Me he entregado, en todo este tiempo, a las palabras ajenas y a los silencios propios, me he protegido de los puntos y confieso que se me han ido algunas comas de más.

He conjugado mejor, en estos días, la primera persona en singular, y desde hace varios meses escribo noche sin que me importe la tinta y tengo la cama acentuada sólo tácitamente.

Desde que te fuiste, tú, aunque es sílaba tónica dejó de ser sílaba práctica y yo dejé de ser sílaba ausente.

lunes, 23 de abril de 2012

DE CIUDAD Y DE TI. (De un pasado que volvió a pasarme)



Una fonda pequeña en la calle de Parras, las mesas llenas, el día más alegre que uno y más caluroso, el hambre haciendo lo suyo y nosotros esperando; en la espera, de pronto, como si se clavara una daga en el vientre, el sonido de un acordeón en manos de un joven, un sonido que detuvo el tiempo o lo volvió pasado, un pasado que por un instante te volvió presente para pensarte en ese viento de mágica nostalgia.

Ahora me pregunto si, en realidad, alguna vez fuiste...

...o te inventé para pensarte un día como hoy.

sábado, 3 de marzo de 2012

TE ESTOY CEDIENDO MIS TERRITORIOS MÁS COMPLEJOS

Te estoy cediendo mis territorios más complejos, mi cúmulo de yoes, mi saliva, mi sangre y mis estepas donde descansaba en soledad. Te estoy entregando, sin que lo sepas, más signos que palabras, más noches y más sábanas, menos letras, más profundas cavilaciones sobre ti que no te cuento, pero las conoces.Te estás apropiando de mis viejas historias para deshacerte de ellas, de los cuerpos exhumados para volver a enterrarlos.
Has ganado terreno en la sorpresa por encima de lo cotidiano y aún así te sorprendo dudando, como yo, dudando.

Desde ahora ya tienes pequeños condados en la tierra de mis sueños y otros cuantos en la de mis recuerdos. Te pertenece ya parte de mi terraza y quizás la silla que sobra de la mesa, un buen pedazo del colchón y de mis ganas; ganas de prolongar tu mirada cuando despiertas, de vivir en tu boca y de tu aliento, de leerte el alma con lupa y la pasión con deseo.
Me has arrebatado, sin aviso, el yo, y lo estás convirtiendo sin consciencia, en la posibilidad de un nosotros; al menos ya tienes mi aquí con cautela, mi ahora expectante. Y reconozco tu audacia para conseguir mi presente y tu astucia para obtener mi ausente, porque te has robado mi "no estoy" y lo estás transformando en un "siempre"...aunque te sé dudando, como yo, dudando.

viernes, 27 de enero de 2012

QUIERO MOJAR MIS PALABRAS

Quiero mojar mis palabras y sacudirles el polvo, limpiar sus raspones, retocar las orillas, reacomodar sus silencios o llenarlos de tinta fresca, quiero acentuarlas donde me dé la gana. Quiero lavarles las manchas de café, cambiar las mayúsculas de lugar, escurrirles la sangre o salpicarlas, lavarles el pretérito a las que no lo merezcan y arrancarles la segunda persona del singular que las lastima.
Quiero quitarles la tierra, limpiarles la ceniza, ponerles saliva en las heridas y en las tildes, remarcar las eñes (que me dan risa), descoser las haches para ver qué se vuelven, deshacer los pronombres personales e inventar algo más general que no hable de ti o de mí, que no hable de ti conmigo.
Quiero limpiar el cochambre de mis palabras, escogerles el tiempo y el lugar, esconderles pistas y borrarles comas, darles espacio, teñirlas, cortarlas, secarlas, inflarlas, convertirlas, hacerlas verbo...llorarlas.

martes, 17 de enero de 2012

YA NO TE LLEVO

Ya no te cargo en la espalda ni te tengo en el pie izquierdo. No te has metido en mi almohada, no te llevo en el hombro ni te tengo en las palmas, no estás en las pantorrillas ni en los codos, ni has venido a mis lecturas de noche. Ya no te veo con el sol de domingo ni te he buscado, como antes, en los charcos que se forman los días grises.
Ya no estás en la repisa y te quité del buró.
No estás ni en mis rodillas ni en mis lagrimales ni estás en cada esquina del cuarto ni te tengo en la comisura de los labios. Ya no te llevo, como antes, a todas partes, ni te traigo en el pecho ni estás en la frente.
Ya no estás en mi desayuno ni te cargo en mi invierno. No te tengo en el balcón ni estás ya en el estómago. Ya no eres luna, no eres noche, no eres país ni fuego, no eres tierra o lamento. Ya no te llevo.
No estás ni en el ombligo ni en la oreja.
Ya no te metes por la garganta con el café ni apareces en el humo de mi cigarro.
Ya no vienes a mi sonrisa aunque mi sonrisa venga. Ya no estás en mi llanto aunque lo tenga.
Dejé de escurrirte hace tiempo y también dejé de sudarte. Ya no te cargo en los párpados. Ya no te llevo en la punta de mis dedos. Ya no estás en otras bocas ni en los ojos ajenos y dejé de buscarte entre las sábanas. Ya no vienes ni a mis libros ni a mis sueños. Ya no eres adjetivo ni eres verbo. Ya no eres selva, no eres desierto, no eres raíz ni tiempo, no eres lágrima o cielo. Ya no te llevo.
Pero a veces, de cuando en cuando... todavía te recuerdo.