martes, 28 de junio de 2011

DE GRAMÁTICA MOJADA Y TEMPORADA VACACIONAL

Es en la temporada de lluvias, año con año, en que se me revuelve el tiempo con el espacio. Se me confunden la nostalgia con la serenidad y el plural con el singular.
En estos días se me mezclan los recuerdos, las promesas, las deudas y los olvidos; los lugares, los rostros, los deseos, los sentidos.
Y en los charcos se me caen los verbos al saltar, se me mojan los adjetivos y a estas alturas del año generalmente se ha deslavado el yo y se ha entorpecido el nosotros.
Es en esta temporada que me dan ganas de mar o de pueblo y de mí, de silencio, de estar y de ti y de tiempo y de tiempo en silencio contigo, estando, del verbo juntos.


Daniel M. Cervantes

domingo, 26 de junio de 2011

¿SE PUEDE ESTAR CUERDO?...O SIN CONJUNCIONES

La gente estos días me cree cuerdo mientras escurren de mi frente la falta de razón sobre el cansancio, de mis ojos la paradójica presencia de mis múltiples yo con la ausencia de mi yo mismo, de mis brazos la acción confusa, de mis pies los sueños difusos sobre el suelo mutante, mutilado, de mis manos el tacto difuminado sobre terrenos lúbricos.

¿Se puede estar cuerdo sin comas con el alma por encima por debajo la pasión a los costados sin conjunciones el amor presente en potencia desarticulado el descanso perdido el insomnio atorado los tobillos torcidos por el empedrado las caricias buscando tiempo espacio la comunicación marginada con las palabras jugando detrás del árbol?

Daniel M. Cervantes
2011

jueves, 9 de junio de 2011

EN VENTA

Empeño estas letras a cambio de la locura, rento el alma para que sea interpretada por la tinta de otra pluma que la mía está desgastada, vendo la palabra "amor" para el que sepa usarla y el miedo no le frene al escribirla, remato estas manos frías y atrofiadas que se han olvidado de escribir y de comer e incluso han perdido tacto y esta boca ya torpe con las palabras y más torpe al contacto, regalo mi nostalgia toda y cedo mis ojos hinchados con estas lágrimas que escurren en pedazos, presto mi vida un rato para que la viva alguien más en lo que busco del pasado mis retazos para reconstruirme y rearmarme con lo que pueda conseguir de alguna oferta similar, me vendo entero o en partes, e intercambio mis trazos...pero sólo por hoy, que mañana estoy de vuelta entre sus brazos.




DANIEL M. CERVANTES

2008
(Lo escribí hace unos años pero esta noche tiene más potencia en su valor)

QUE ME ESPERA LA VIDA


Que me espere la vida en lo que la alcanzo, la tardecita perfecta, con entre sol y olorcito a lluvia para un paseo en Coyoacan, que me espere el tiempo que para eso está, que me esperen sus ansias y la desesperación, las luces y los espectadores, que me esperen Oaxaca o Chiapas, el mar y el amor.
Que me espere el suelo donde habré de caer y el árbol en el que me habré de transformar, que me esperen el miedo y su cuerpo y sus ganas y los colchones y que me esperen los gusanos, que me esperen mis sueños y sus ojos, las carreteras, los miradores, las copas de vino y sus besos, mi pasión, sus impulsos y que me espere nuestra conversación si es que puede esperar más; al mundo suplico que me espere que yo ya no pienso esperar más...



DANIEL M. CERVANTES
2011

domingo, 5 de junio de 2011

EL RESTO DE MI SEMANA


Después de huirle durante seis días y seis noches no pude escaparme de la noche del domingo, de esta noche más noche que nunca y sobre todo más domingo.
Tan domingo que traigo la boca seca, tal vez por mezclar blanco con tinto, y el pecho vacío, quizás porque olvidé mi corazón en la silla junto a tu cama o en el cuarto de triques de tu casa, que arrastro los pies porque me pesa la cadera y hasta se me confunden los días pasados con los que vienen debido a la indefinición del domingo en general y a mi mareo temporal en particular. Tan domingo que me cuelgo de tus pestañas o de tus ojos completos y de los boleros que escuchamos para no colgarme de mis dudas o mis nostalgias aunque esas más bien se cuelgan solas en uno, aunque uno no quiera, las noches de domingo.
Tan domingo que traigo la sonrisa débil y el recuerdo fuerte, que ahora saco de mi morral los pedacitos de tu boca y de las tardes contigo que robé a hurtadillas por si me agarraba la lluvia o la melancolía o el frío. Tan domingo que te dejé otra vez en tu semana y yo volví a la mía, con la esperanza de reencontrarnos en martes o en viernes o en septiembres y hacer nuestras las semanas y los días.
Es posible que si huyo mejor el resto de mi semana, desaparezca mi próxima noche de domingo...


DANIEL M. CERVANTES
2011