La gente estos días me cree cuerdo mientras escurren de mi frente la falta de razón sobre el cansancio, de mis ojos la paradójica presencia de mis múltiples yo con la ausencia de mi yo mismo, de mis brazos la acción confusa, de mis pies los sueños difusos sobre el suelo mutante, mutilado, de mis manos el tacto difuminado sobre terrenos lúbricos.
¿Se puede estar cuerdo sin comas con el alma por encima por debajo la pasión a los costados sin conjunciones el amor presente en potencia desarticulado el descanso perdido el insomnio atorado los tobillos torcidos por el empedrado las caricias buscando tiempo espacio la comunicación marginada con las palabras jugando detrás del árbol?
Daniel M. Cervantes
2011
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