sábado, 1 de septiembre de 2012
DESDE QUE TE FUISTE...
Me dejé sacudir con las inclemencias del verbo (fuiste) y sí, también del tiempo (pasado) hasta que me quedé sin polvo y sin llanto. Me he entregado, en todo este tiempo, a las palabras ajenas y a los silencios propios, me he protegido de los puntos y confieso que se me han ido algunas comas de más.
He conjugado mejor, en estos días, la primera persona en singular, y desde hace varios meses escribo noche sin que me importe la tinta y tengo la cama acentuada sólo tácitamente.
Desde que te fuiste, tú, aunque es sílaba tónica dejó de ser sílaba práctica y yo dejé de ser sílaba ausente.
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