EL ADIÓS TÁCITO
En el silencio postergado y corrupto se me caen ardiendo las manos y los ojos amargos; en la distancia se me tuerce el tiempo y te quiere volver fantasma, pero esta noche no que esta noche me volvió a quemar el adiós tácito, este adiós escondido por miedo a ser pronunciado pero contundente, aunque con ganas de no ser llevado a cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario